Las recientes controversias en Chile sobre el trato inadecuado hacia los estudiantes de carreras de la salud por parte de algunos profesores y tutores han puesto en evidencia la urgente necesidad de fomentar ambientes de aprendizaje saludables y éticos. En este contexto, las prácticas de promoción y prevención en salud mental se convierten en pilares esenciales para proteger y mejorar el bienestar de los futuros profesionales. Este artículo explora cómo los docentes y los profesionales de la salud pueden implementar estrategias efectivas de promoción y prevención para crear espacios educativos positivos y, en última instancia, formar a los estudiantes en un entorno que no solo respete sus derechos, sino que también potencie su desarrollo integral.
Algunos estudios recientes, realizados por diversas universidades nacionales, revelan que uno de cada dos estudiantes de medicina experimentan síndrome de burnout al comenzar el ciclo clínico, una situación que no mejora al finalizar la formación. Por otra parte, los estudiantes reportan el exceso de “paternalismo” y pocas posibilidades que muchos tutores dan de participar activamente en la atención de pacientes y desarrollar el razonamiento clínico durante los pasos prácticos. Los datos recopilados por Quila a través de una encuesta aplicada a estudiantes de diversas carreras del área de la salud, en la Región de Valparaíso, registra una preocupante falta de apoyo en términos de bienestar y autocuidado por parte de sus supervisores. Al ser consultados sobre si se sienten respaldados en estos aspectos, un 12,5% de los estudiantes respondió “no”, mientras que un significativo 62.5% respondió “a veces”. Esta falta de respaldo afecta directamente el bienestar de los estudiantes, quienes pueden sentir que el entorno de aprendizaje no es un espacio de apoyo ni de desarrollo, sino uno en el que deben aprender a sobrellevar la carga emocional y el estrés de forma individual.
Estas cifras nos hacen preguntarnos ¿Cuál es el estado de salud mental de los profesionales de la salud, de los tutores o supervisores? ¿Cuáles son las características que debe tener un profesional para ser docente? ¿Cómo a pesar de su propio nivel de bienestar son agentes de formación integral?
Desde la promoción y prevención en salud mental, los profesionales y supervisores tienen un rol fundamental del cual deben hacerse conscientes y promover el cambio. A continuación, sugerimos algunas prácticas esenciales para crear un ambiente educativo más saludable y respetuoso.
Fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo:
Promover una cultura de diálogo sincero en la que los estudiantes puedan expresar sus dudas, preocupaciones y sentimientos sin temor a represalias es fundamental. Esto no solo fortalece la confianza, sino que también reduce la percepción de jerarquías opresivas que pueden dañar la autoestima de los estudiantes.
Modelar conductas saludables:
Los docentes y supervisores deben recordar que sus acciones son observadas y muchas veces replicadas por los estudiantes. Modelar una conducta ética, gestionar el estrés de forma adecuada, y mantener una actitud compasiva y respetuosa en cada interacción ayuda a los estudiantes a internalizar estos valores y replicarlos en su futuro ejercicio profesional.
Prevenir la sobrecarga
Reconocer y respetar los límites de los estudiantes es crucial. Esto implica establecer un equilibrio entre las demandas académicas y el bienestar emocional. Entendiendo que la salud mental es esencial para el rendimiento y el desarrollo de los futuros profesionales.
Implementar programas de apoyo y capacitación
Facilitar el acceso a servicios de apoyo psicológico o programas de mentoría y capacitación en habilidades de autocuidado es fundamental. Estos programas proporcionan herramientas para que los estudiantes aprendan a gestionar el estrés, al mismo tiempo que reciben respaldo en situaciones difíciles.
Promover y prevenir la salud mental en el ámbito educativo en las carreras de la salud es una necesidad imperativa para proteger y cuidar el bienestar de los futuros profesionales. Este enfoque no solo enriquece la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también los prepara para enfrentar los desafíos de la práctica profesional. Al cuidar su bienestar mental, aseguramos que estos futuros profesionales estén en mejores condiciones para ofrecer una atención más dedicada y de calidad a sus pacientes, impactando positivamente en el sistema de salud en su totalidad.
Es hora de despertar, es hora de cambiar, hoy la realidad es distinta, por lo que te invitamos a que sigas siendo parte de la transformación. Cuidar y empoderar a los estudiantes de la salud en su bienestar mental y emocional, nos asegura mejor calidad de atención para los pacientes.
Equipo Quila
Arlette Solar
Karolina Fernández
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